El concreto es uno de los materiales de construcción más utilizados, en su mayoría constituyen el suelo o paredes de las instalaciones. Son superficies que fácilmente se pueden ensuciar y en ocasiones es difícil realizar su limpieza por las características de la mancha y de la extensión de espacio que ocupan. De manera natural por el polvo y tierra en el ambiente, el concreto se cubre de una fina capa llamada pátina, esta le da un efecto de oscurecerse. Este recubrimiento es benéfico y ayuda a reforzar al concreto. Sin embargo, hay manchas que no provienen de la pátina, para evitar que dañen o manchen permanentemente el cemento se recomienda ser lavadas. Depende de la mancha y su origen para conocer qué limpiadores son mejores para la superficie y que mecanismo o herramienta de limpieza será útil para no erosionar el concreto. En concreto suele tener manchas o partículas de polvo, arena, partículas de caucho, materias grasosas, pintura, residuos orgánicos (alimentos), etc. Dependiendo de este material podría definirse si afecta de manera profunda al cemento o si solo es de manera superficial. En los métodos de limpieza también debe considerarse un limpiador no corrosivo, que no sea dañino o peligroso para los usuarios ni la superficie. Entre estas técnicas está el cepillado, lavado con chorro de presión, vapor a alta presión, productos ácidos o bases, soplete con arena. Idealmente se recomienda solo utilizar agua y un jabón o pasta de limpieza especial. De esta forma se evita la penetración de líquidos más corrosivos. Igualmente el tallado de la superficie genera una erosión a largo plazo, agregando también a la lista de erosionadores a los productos ácidos y bases que afectan químicamente al concreto. En NCH contamos con productos especializados para la limpieza de superficies que no dañen su estructura, para mantener una instalación industrial en perfecto estado, limpieza y siguiendo los estándares de calidad. Conoce más de Maintenance y cotiza tu pedido.
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