Este término conocido como CAI o IAQ (en inglés Indoor Air Quality) es un término que se refiere a la calidad del aire en interiores del sector no industrial, como casa, oficina, edificio, escuela, etc. Las personas pasan entre un 58% a un 78% del tiempo en un espacio cerrado, los cuales contienen aire que está más contaminado que el aire exterior, esto se debe a la fuerza de circulación del aire. El parámetro base para identificar la calidad es por cómo la perciben los ocupantes del espacio, si es que les cuesta respirar o hay una molestía causada por el ambiente. Estos síntomas percibidos atienden directamente al tema salud, ya que se percibe desde una irritación ocular, o un caso más severo puede llegar a una Legionelosis o enfermedad de los legionarios. La importancia de la CAI radica en la seguridad y bienestar de los ocupantes, empleados, clientes, o habitantes de la edificación. Una de las variables que afectan el aire interior es el uso de sistemas de ventilación y acondicionamiento del aire. En estos casos existen diferentes razones por las cuales se ve afectada la calidad del aire, incluyen una incorrecta planeación del sistema, en el que dirija el aire a zonas alejadas o con poca afluencia de personas, también que se encuentre posicionado en contracorriente a la ventilación exterior, no dejando entrar la cantidad de aire suficiente. A esto se le agrega que puede haber una recirculación de aire más que una entrada de aire exterior y esta mezcla de gases no está equilibrada. Incluyamos como motivo el filtro de aire y mantenimiento del sistema. Afectando directamente a la cantidad de aire exterior que entra, el cual también tiene contaminantes distintos a los del aire interior, debe ser filtrado de igual manera. La suciedad y polvo en la ventilación promueve el crecimiento de bacterias o alojamiento de virus, que se acumulan y se propagan con el aire. La suma de todos los factores provocan un estancamiento en el aire, malos olores, microorganismos, contaminación de carbones provenientes del exterior, temperaturas extremas, etc Sin embargo, es importante para la empresa dueña de la instalación, el mantener un bajo costo energético por el uso de sistemas de ventilación. Por ello es que una limpieza y mantenimiento constantes ayudarán a que no se force el sistema y no gaste más energía de la necesaria, evitando costosas facturas por pagar. Los filtros que se cambien o limpien en cada mantenimiento, mejorarán la calidad del aire. Utilizando productos que eviten la reproducción bacteriana y protejan al sistema del estancamiento de polvo. Además, este mantenimiento prolonga la vida útil del sistema.
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