Programa de desinfección

Debido a la pandemia de COVID-19 que vivimos; además de la limpieza, se ha exigido por parte de los gobiernos y la tranquilidad social, el realizar además una desinfección o sanitización constante de los espacios, sobre todo donde la gente suele reunirse con más frecuencia. Por ello varios negocios han implementado programas de desinfección para proteger la salud de las personas que habitan y utilizan estos espacios. 

Un programa o plan de desinfección es básicamente un protocolo extra que se agrega al plan de limpieza. Se rige por pasos y casillas para marcar las tareas realizadas, este control sirve para tener un registro específico que avale, además de la limpieza, la desinfección del negocio. Se debe considerar los siguientes puntos:

• ¿Qué se limpia?
• ¿Con qué productos y utensilios?
• ¿Quién realiza la limpieza y quién supervisa?
• ¿Cada cuánto tiempo se debe realizar desinfección?
• ¿Hubo algún imprevisto?

¿Cómo determinar el proceso de desinfección o cada cuánto se debe realizar? Estás dos preguntas se rigen por dos principios, el tipo de negocio y el uso de los espacios y utensilios. Cuando son negocios relacionados a la comida, a diario debe realizarse una desinfección profunda al inicio de las actividades y al final de las mismas o durante un momento medio del día, según la cantidad de gente en el negocio. Los utensilios deben ser lavados después de su uso o cuando pueden llegar a caer o entrar en contacto con superficies sucias. Para otro tipo de negocios, se debe considerar la afluencia de personal, y no pasar de dos semanas sin realizar una desinfección profunda.

El proceso de desinfección se debe realizar después de la limpieza. Si la limpieza no fue realizada, este paso no servirá de nada. Se debe seguir un orden:

1. Limpieza profunda: Eliminar residuos, tierra, polvo, suciedad, restos de cualquier material que fue utilizado, grasas, etc. también elimina gérmenes.
2. Desinfección: Elimina los virus y bacterias que pueden quedar en las superficies, sobre todo en áreas concurridas, áreas con alimentos, áreas de riesgo de contagios cómo baños públicos y áreas de curación.
3. Sanitización: En zonas donde el crecimiento microbiológico pueda ser mayor, alimentos, barandales, puertas, barras, baños, etc..​​

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