La producción industrial en general es uno de los principales sectores más controlados sobre los residuos tóxicos que pueden provocar. Para ello hay organizaciones ambientales que trabajan a nivel mundial, como a nivel nacional. Algunas de ellas han firmado tratados y acuerdos con países para crear leyes que guíen cada departamento de manera que disminuyan el impacto negativo medioambiental. Por mencionar un ejemplo está el Acuerdo de París. En la actualidad existen muchos solventes, jabones, desengrasantes, y productos químicos de limpieza y mantenimiento que tienen como resultado altos índices de residuo tóxico en su uso. Sin embargo, con la conciencia ambiental en crecimiento, actualmente se han establecido sanciones y multas que obligan a las empresas a pensar de manera más verde para su producción, que ha modificados sus formulaciones para crear alternativas eficaces, de calidad, que no comprometan el rendimiento de productos. Los residuos pueden variar entre sólidos como basura o materia orgánica, en forma de gases tóxicos o en su forma líquida que contamina el agua. Entre los principales contaminantes están los compuestos de cianuro, metales pesados, fenoles, desechos de origen orgánico, que por sí solos son dañinos, en conjunto son una mezcla mucho más tóxica. Por ello se han eliminado y reducido algunos de estos compuestos en la mezcla de limpiadores desengrasantes para el lavado de piezas. En latinoamérica se calcula que en promedio una multa por mal manejo de residuos y/o concentraciones tóxicas en el medio ambiente puede costar entre 180 dólares como mínimo hasta casi 350 mil dólares, incluso, dependiendo de las leyes de cada nación y sus acuerdos medioambientales, podrían castigar con un mínimo de 6 meses hasta 10 años de prisión.
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